Sucesos vitales

Y allí sigue, en silencio, acumulando polvo, junto al proyector de cine, el barco pirata y la nave espacial. Su navaja nacarada. ¡Cuántas tardes de verano tallando figuritas de madera en el corral! Mientras mamá y las tías veían pasar el tiempo parloteando, él combatía el calor con una buena limonada. ¡Y vuelta a tallar!. Luego aparecía la Juani, hermosa y exuberante, y él se quedaba embobado mirándola.  Y así tarde tras tarde, todos los días. Hasta el mes pasado, que la Juani, por apresurada o nerviosa, se acercó demasiado y tropezó, clavándose la navaja y falleciendo en sus brazos. Y él, entre aturdido y asustado, supo en ese mismo instante que ya nunca volvería a ser un niño.

Cómics

-Había brotado, en medio del huerto, un imponente piano de cola.- Mientras Susito le contaba a papá con entusiasmo los detalles de su nuevo cómic, mamá, botella de whisky en mano, le daba ánimos desde el lujoso salón. -¡Muy bien Susito!  Escribe historias y véndelas.
Pero papá estaba distraído. Seguía con la mirada a nuestra cuidadora. Ella de vez en cuando se volvía hacia él haciéndole un guiño, para luego agacharse a recoger alguna cosa. Y él, le correspondía con una sonrisa.
Yo, harta de todo, decidí desaparecer e irme, no sin antes acabar con todos, menos con Susito. Veinte años más tarde, me siguen gustando sus cómics.

Mediador

Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos. Había luchado en las dos guerras mundiales y también en la guerra civil española. En ella había conocido al amor de su vida, y también allí lo había perdido. Recibir el anuncio de un nuevo conflicto, le había quitado el apetito. Le había recordado que ella ya no estaba, aunque él se empeñase en imaginar que todas las noches cenaban juntos. Hizo su petate y se fue pensando si esta vez su ayuda serviría para algo. Tras cerrar la puerta no escuchó el resquebrajar del cristal de un viejo portarretratos que caía al suelo. ¿Un presagio?

Verdiales

Todavía no os he hablado de la clases de guitarra española a las que asisto. Es algo que me relaja mucho y que me permite enfocar la vida de otra forma. La verdad es que sigo siendo un principiante. Mi profesor es D. Jesús Delgado Robles,  (http://jesusdelgadorobles.webnode.es), para mí todo un maestro. Cuando el coge mi guitarra es como sí pulsase un botón y el instrumento comienza a sonar de maravilla. Luego vuelve a mis manos...
Pero yo ya sabía que el aprendizaje de un instrumento es lento, tengo paciencia. Al principio con las canciones más simples era capaz de pasar varios temas a la semana. Ahora, Jesús me va apretando y pasar un tema me cuesta varias semanas.
Hoy os quiero hablar de "Verdiales". Una preciosidad de pieza en la que  ya hay que introducir algunos ligados y rasgueos a lo largo de la melodía.  Llevo ya tres semanas con ella pero todavía me queda mucho por andar.
Como muestra os dejo la grabación que le hice a mi profesor, y que gentilmente me ha dado permiso para compartir con vosotros. Suena a puro sur.