El micro-relato de esta semana sigue en la tónica oscura y catastrofista que me está saliendo ultimamente . Prometo algo diferente la próxima vez.
MIEDO
“Antes de que vuelva papá tenemos que haberlo recogido todo”, dije a mi hermano apresuradamente. Si no papá se enfadaría. “¡Corre, ves echando dentro del baúl!”. Cuando papá entró en la habitación todo estaba ordenado. Sólo la pistola y el teléfono de policía asomaban bajo la cama. “Lo siento”, dije mientras trataba de alcanzarlos. De un empujón, él me apartó, y yo solo pude coger el móvil. Entonces, pistola en mano, quiso hacer su maldita broma. Pero esta vez un estruendoso sonido se oyó en la habitación. Mientras llamaba al 112, tranquilizaba a mi hermano diciéndole que ahora viviríamos mejor.
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